cuando nos llame debemos estar listo y prestos para ir, sin murmuraciones, sin objeciones y con un espíritu de fe, sabiendo que traeremos las gavillas, que se predicará, orará creyendo que la necesidad ya la resolvió el Señor, por eso los discípulos iban con doble ánimo, estaban avanzando mar adentro, porque es en lo profundo donde Dios quiere que avancemos, no es en la orilla, no es en la playa donde estarán los peces, por eso el tiempo de expectación y observación se debe de terminar, el turismo cristiano se debe terminar, es tiempo de adentrarnos y llevar nuestras redes mar adentro, es necesario llevar nuestro corazones dispuestos a ver la gloria de Dios, es urgente equiparnos de fe, misericordia, esperanza y amor para las almas, al avanzar con este equipo lo demás lo hará el Señor Jesús, así lo experimentaron Pedro y los hijos de Zebedeo, la pesca fue todo un éxito de tal forma que la red se rompía, tuvieron que llamar a la otra embarcación para que los apoyaran, después de atender las indicaciones del Espíritu Santo se tendrá como resultado el regocijo de traer pescados(almas) para el Señor Jesús; el océano que vive el mundo se encuentra contaminado, producto de vivir en la fármaco dependencia, homicidios, guerras, desintegración familiar, divorcios, herejía, idolatría, smog, ateismo, y un sin numero de vicios que tiene esclavizado a sus habitantes, los cambios climatológicos son el resultado de estar destruyendo la ecología, e allí la necesidad de cambiar dichos peces (personas) a aguas limpias, es necesario que aborden el arca de salvación, porque es irreversible que lo fauna marina de continuar así perecerán tarde que temprano, por eso se necesitan brazos y manos para sacar con nuestras redes a todas las especies del mar, para lograr esta noble tarea es prioridad de nuestras redes no estén deterioradas, para atraer a los peces será sumamente importante que vean nuestras mallas rodeadas de seguridad, que de ellas se desprendan luz (testimonio), calor (compañerismo), alimento (mensaje de Dios), para su subsistencia, nuestras redes deben tener sensibilidad (misericordia, interés por su alma ), a cualquier necesidad que se reclame, durante en proceso de captura será vital la paciencia, es pertinente aclarar que el tiempo es de Dios, cabe destacar que será un proceso de lucha contra la incredulidad, la depresión, decepción y la derrota, el enemigo nos hará creer que los peces no entrarán, que nuestro esfuerzo por tirar (predicar) las redes será inútil, que no tenemos el don para atraer a los peces, que han pasado meses e incluso años y no hemos pescado nada (que le hemos predicado el evangelio a equis persona por mucho tiempo y esta no da señal de arrepentimiento), los discípulos con toda su experiencia en el mar no pudieron pescar nada en un día, pero Cristo siempre tiene algo nuevo que enseñarnos cuando caminamos con él, siempre estará presto para ayudar al hombre y a la mujer de Dios, que después de una ardua labor evangelistica "no se pudo pescar nada"
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